La esclerosis múltiple (EM) es el trastorno neurológico crónico más frecuente en adultos jóvenes, afectando aproximadamente a dos millones y medio de personas en el mundo. Patológicamente, la EM se caracteriza por inflamación crónica del sistema nervioso central acompañada de desmielinización, gliosis y pérdida axonal.
Aunque la EM ha sido clásicamente considerada como una enfermedad mediada por las células T, recientemente esta perspectiva se está ampliando y ahora se reconoce también el rol clave de las células B en su patogenia.
En este sentido, se hace necesario avanzar en el conocimiento de las causas de la EM actualizando los conocimientos sobre su patogenia, profundizando en el rol de las células B y conociendo mejor los efectos inmunológicos tras la modulación de las células B.